Cualquier empresa que tome como prioridad su crecimiento a largo plazo debe desarrollar una buena estrategia financiera para alcanzar el éxito. Preparar recursos, definir tiempos y medir esfuerzos de manera anticipada no es tarea fácil, pero esto es lo que permite alcanzar objetivos, encontrar áreas de oportunidad y solucionar los retos que salen en el camino.
Los tomadores de decisiones deben saber que desarrollar una estrategia es elaborar un camino de acción por donde llevarán la compañía que lideran. Una estrategia exitosa no solo ayuda a incrementar los ingresos, también es una oportunidad para transformar la organización, mejorar el modelo de negocio y demostrar las capacidades y liderazgo del equipo directivo.
No importa si estás elaborando una estrategia financiera para uno o diez años; una empresa de 100 o 10,000 colaboradores; hay varios consejos a considerar y que te servirán como las bases para tomar decisiones correctas sobre cómo canalizar los recursos materiales y los esfuerzos de tu empresa. Toma nota para aplicarlos.
Cualquier estrategia tiene que estar diseñada en función a objetivos bien definidos; y en el mundo de las finanzas esto es especialmente importante. Los objetivos financieros claros permiten sentar las bases para ver cómo se gestará el resto de la estrategia.
En muchas ocasiones, las personas o empresas quieren alcanzar objetivos vagos como mejorar la eficiencia, generar mayores ingresos o tener un mejor dinamismo. Estas metas no son fáciles de lograr debido a su ambigüedad y realmente no ayudan a una buena estrategia. Para evitar caer en ambigüedades te recomendamos definir metas con la metodología SMART; que establece que un objetivo debe ser específico, medible, alcanzable, relevante y de un tiempo definido.
También puedes darles un valor agregado a tus metas usando el método PURE. Bajo esta metodología, los objetivos deben de ser SMART y cumplir 4 condiciones más: ser escritos de manera positiva, ser entendibles, relevantes y éticos.
Si buscas optimizar costos, define cifras exactas; si buscas expandirte a nuevos mercados, establece cuántas sucursales abrirá tu empresa, si buscas desarrollar competencias de liderazgo entre tus gerentes, define bien cómo quieres que se vea reflejado el liderazgo en tu empresa. Entre más definido sea el objetivo, más fácil será revisar si puedes lograrlo o no.
Cualquier estrategia necesita de datos confiables; por lo que debes de esforzarte en tener toda la información posible a la mano. Identifica correctamente tus flujos, ingresos, egresos, costos fijos, costos variables, gastos, etc. para ver la situación en la que se encuentra tu empresa y de ahí partir hacia adelante. De igual manera, aprovecha las tecnologías disruptivas como el Big Data y el Business Intelligence para darle valor a toda esa información recabada y utilizarla para la toma de decisiones. No bases tus metas y accionables en corazonadas o suposiciones.
Además, no te olvides de incluir en tu análisis datos que vayan más allá de las finanzas. Si tomas decisiones de Marketing, tendrás que revisar datos como KPIs; si tomas decisiones de talento humano, tendrás que revisar datos de ingresos y salidas. Aunque no seas experto en esas áreas, tener una base en esos temas y el apoyo de un buen equipo de trabajo te ayudará a comprender cómo sacarle mejor provecho a los datos que tengas en la mano.
Ya que tienes bien identificado objetivos claros y cómo está la situación financiera de tu empresa, te toca identificar las áreas de oportunidad. Un simple análisis FODA junto con la información correcta puede darte muchísimos insights sobre las áreas de mejora de tu compañía. Recuerda que debes de considerar todas las áreas de oportunidad, aunque no sean directamente relacionadas al manejo de las finanzas. Si consideras que una unidad no está usando eficientemente su presupuesto, realiza una intervención para auditar y ver cómo eficientizar los gastos. Si las ventas van bajas y consideras que hay una falta de liderazgo por parte de un gerente, revisa cómo hacer una capacitación más robusta o designar una persona más apropiada.
Las áreas de oportunidades hacen mancuerna con los objetivos y recursos. Si logras hacer esto, estás en el siguiente paso para tener una estrategia financiera exitosa.
En la actualidad, muchas empresas han reflexionado sobre el papel que tienen dentro de su entorno y comunidad. Generar ingresos ya no es la única prioridad o responsabilidad que tiene una organización. Debe tener un objetivo que motive a la empresa a contribuir de manera positiva y solidaria con sus colaboradores y stakeholders.
El escritor y profesor de EGADE Business School, Raj Sisodia, define esto como el propósito mayor de una empresa y es uno de los cuatro pilares de la filosofía empresarial del Capitalismo Consciente.
Parte de una buena estrategia financiera es clave no dejar de lado ese propósito y utilizarlo como eje rector y motivador para implementar cambios y dirigir esfuerzos hacia el éxito. Sisodia destaca que, al largo plazo, las empresas conscientes tienen mayor posibilidad de generar valor para colaboradores, accionistas y clientes, así como incrementar los niveles de bienestar en la sociedad.
Por último, pero no menos importante, recuerda que necesitas de un talento excelente que pueda llevar a cabo la estrategia una vez definida. El talento no solo se busca, también se forma. Al darle a tus colaboradores las herramientas para crecer y especializarse, tendrás un equipo más preparado para trabajar la estrategia. Esa formación puede ir de la mano de diplomados ejecutivos, educación continua que se imparta en la compañía y apoyos para especializarse con posgrados como MBAs o Finanzas.
Además de los conocimientos técnicos, asegúrate que tus ejecutivos estén capacitando con habilidades de liderazgo y power skills sociales. Con estas aptitudes será mucho más sencillo para ellos motivar a sus equipos de trabajo y asegurarse que se alcancen los objetivos de la estrategia financiera que estás implementando.