Actualmente, las empresas valoran profesionales que aporten más que solo habilidades técnicas. Un estudio de Infobae indica que el 69% de los especialistas en recursos humanos considera que las habilidades blandas son las más valoradas en los procesos de selección, lo que las convierte en un factor decisivo dentro de las competencias de empleabilidad.
La razón es que estas habilidades permiten a los empleados adaptarse a diferentes contextos y colaborar efectivamente, mejorando el rendimiento general de las empresas. En este artículo aprenderás qué son las soft skills, por qué son tan importantes para las empresas y cuáles son las más buscadas en el mercado laboral.
Qué son las soft skills
Las soft skills, o habilidades blandas, son competencias interpersonales y sociales que contribuyen a mejorar tanto el desempeño profesional como personal. A diferencia de las duras o hard skills, que son habilidades técnicas adquiridas mediante formación, las habilidades blandas se desarrollan con la experiencia diaria y la interacción con otros.
Por qué las soft skills son importantes en las competencias de empleabilidad
Las habilidades blandas son importantes en las competencias de empleabilidad porque complementan los conocimientos técnicos y ayudan a resolver problemas de forma práctica. Tener habilidades duras no es suficiente si no se sabe trabajar en equipo, comunicarse o no se cuenta con la capacidad de liderazgo para tomar decisiones en situaciones complejas.
Las soft skills son fundamentales porque facilitan:
- Mejorar el trabajo en equipo: al conocer nuestras fortalezas y debilidades, se facilita la colaboración y el apoyo mutuo en el entorno laboral.
- Adaptarse al entorno: ayudan a responder a situaciones prácticas y a resolver problemas del día a día de forma eficiente.
- Fomentar la especialización: mejorar nuestras habilidades blandas nos convierte en personas más capacitadas para resolver problemas específicos.
Ejemplo práctico de soft skills
Un líder de proyecto necesita habilidades técnicas para planificar tareas, pero también debe desarrollar habilidades sociales, como la capacidad de liderazgo y la comunicación efectiva, para coordinar equipos y resolver conflictos entre colaboradores.
De lo contrario, aunque tenga conocimientos técnicos avanzados, podría enfrentar dificultades para lograr que su equipo trabaje unido hacia los objetivos. Por eso, las empresas buscan profesionales con habilidades blandas y duras, para complementar el desempeño profesional.
Cuáles son los tipos de habilidades blandas que existen
Las habilidades blandas se agrupan en diferentes categorías, cada una enfocada en áreas específicas del desarrollo personal y profesional. Estos son los tres grupos principales:
1. Habilidades interpersonales
Estas habilidades están ligadas a la personalidad de cada individuo. Son aquellas que determinan la forma en que una persona gestiona sus emociones y comportamientos frente a situaciones personales. Algunas de estas habilidades son la autocrítica constructiva, la iniciativa propia y la capacidad para liderar proyectos o equipos.
2. Habilidades sociales
Este grupo se centra en la capacidad de interactuar y relacionarse con otras personas. Son esenciales para construir y mantener relaciones armoniosas tanto en el entorno laboral como en el personal. Ejemplos incluyen la colaboración efectiva en equipo, la habilidad para comunicarse claramente y el respeto por las diferencias dentro de un grupo diverso.
3. Habilidades metódicas
Estas habilidades están relacionadas con la gestión y metodología del trabajo diario, y son cruciales para enfrentar y superar los desafíos profesionales. Incluyen la capacidad para organizar tareas y prioridades, la tenacidad ante proyectos desafiantes y la gestión eficaz del estrés, lo que permite una ejecución efectiva de las responsabilidades.
Las 10 soft skills más buscadas por las empresas
Las empresas valoran cada vez más las habilidades blandas que permiten a los profesionales desempeñarse mejor en sus entornos laborales. Estas son 10 de las soft skills más buscadas por las empresas:
1. Inteligencia emocional y empatía
Las habilidades sociales, como la inteligencia emocional, permiten a los empleados entender mejor las emociones de sus compañeros y gestionar las suyas. Esto ayuda a generar un entorno de trabajo colaborativo y armonioso.
- Ejemplo: un líder percibe la frustración en su equipo y abre un espacio para discutir las emociones y encontrar soluciones, mejorando la comunicación efectiva dentro del grupo.
2. Habilidades comunicativas
La comunicación efectiva sigue siendo una de las soft skills más valoradas. Saber transmitir ideas claramente, practicar la escucha activa y adaptar el mensaje según la audiencia son fundamentales, especialmente en equipos híbridos.
- Ejemplo: durante una videollamada, un líder logra que su equipo remoto comprenda los objetivos del proyecto, ajustando el mensaje según las características del grupo.
3. Resolución de problemas
En un entorno laboral lleno de imprevistos, las empresas valoran a los profesionales que tienen habilidades de negociación y manejo de conflictos, resolviendo problemas de manera creativa y proactiva. Además de la capacidad técnica, es importante la toma de decisiones rápida y efectiva.
- Ejemplo: un empleado identifica una forma innovadora de reorganizar las tareas del equipo para evitar retrasos, mejorando así el flujo de trabajo.
4. Flexibilidad y adaptabilidad al cambio
Adaptarse a los cambios y tener una actitud flexible son habilidades clave en un entorno laboral dinámico. Los profesionales deben ser capaces de aceptar nuevas tareas y gestionar cambios de manera eficaz.
- Ejemplo: un analista financiero adopta rápidamente un nuevo software para mejorar la eficiencia de su equipo, demostrando su adaptabilidad ante los cambios tecnológicos.
5. Creatividad e innovación
La innovación es un factor clave en la cultura organizacional de una empresa y, junto con la creatividad, permite proponer soluciones que resuelven problemas de manera única. Estas habilidades generan ideas originales que permiten a las empresas destacar frente a la competencia y adaptarse a las nuevas tendencias del mercado.
- Ejemplo: un equipo de diseño gráfico desarrolla una campaña visual innovadora que resalta la identidad de la marca y capta la atención de nuevos clientes, diferenciándose de la competencia.
6. Liderazgo
El liderazgo, además de dirigir, también debe motivar y escuchar a los demás. Un buen líder utiliza sus habilidades para crear un entorno inclusivo y colaborativo, fomentando el desarrollo del equipo.
- Ejemplo: un gerente ajusta su enfoque para gestionar mejor a su equipo, promoviendo la comunicación efectiva y el respeto por las diferencias individuales.
7. Persistencia y resiliencia
La resiliencia es la capacidad de recuperarse de las dificultades y seguir adelante con renovada energía. Las empresas valoran a los empleados que persisten ante los obstáculos, ya que esto garantiza que los proyectos se completen a pesar de las adversidades.
- Ejemplo: tras el fracaso inicial de un proyecto, un empleado persiste y aplica las lecciones aprendidas para asegurar el éxito en su próximo intento.
8. Capacidad de aprendizaje y desarrollo continuo
La capacidad de aprender constantemente y mantenerse actualizado es esencial en un entorno laboral en constante evolución. Los profesionales que invierten en su educación, como realizar maestrías o posgrados, adquieren nuevos conocimientos y se posicionan mejor en el mercado laboral.
- Ejemplo: un profesional decide cursar una maestría especializada en su campo para adquirir habilidades tecnológicas avanzadas, lo que le permite aplicar nuevos enfoques en su trabajo y mantenerse competitivo en su industria.
9. Responsabilidad ética
La ética profesional está relacionada con la toma de decisiones basada en principios de integridad y honestidad. Es una habilidad blanda muy valorada por las empresas, ya que garantiza que las decisiones se tomen de manera correcta y justa.
- Ejemplo: un gerente de proyectos actúa con transparencia ante un conflicto interno, priorizando siempre la ética en su gestión.
10. Capacidad para gestionar el tiempo
Saber planificar y priorizar tareas es esencial para ser más productivo. Los profesionales que organizan eficientemente su tiempo y delegan tareas son capaces de maximizar los resultados sin comprometer la calidad del trabajo.
- Ejemplo: un empleado gestiona de manera efectiva los plazos de un proyecto y delega tareas secundarias a sus compañeros, lo que garantiza la entrega puntual del trabajo.
Cómo puedes mejorar tus soft skills
Mejorar tus soft skills te ayudará a ser más competitivo. Ten en cuenta que, según TestGorilla, el 66% de los empresarios considera que las pruebas de preferencias, como la de personalidad, por ejemplo, son una herramienta efectiva de contratación.
Estas son algunas formas para mejorar tus soft skills:
- Participa en actividades colaborativas: colaborar en equipos de trabajo o en proyectos grupales, mejora habilidades como la comunicación efectiva, la resolución de problemas y el trabajo en equipo. Puedes participar en voluntariados, grupos de estudio o equipos de trabajo multidisciplinarios para fomentar estas habilidades.
- Busca retroalimentación: solicitar feedback de compañeros y superiores es clave para identificar áreas de mejora en tu toma de decisiones y comunicación. La retroalimentación constructiva ayuda a ajustar comportamientos y mejorar la interacción con los demás.
- Enfrenta desafíos: enfrentar situaciones nuevas y difíciles es una excelente manera de desarrollar habilidades como la resiliencia y la adaptabilidad. Estos desafíos pueden estar relacionados con asumir más responsabilidades o liderar proyectos complejos.
- Asiste a formación continua: aunque las soft skills se desarrollan principalmente a través de la práctica, también puedes asistir a talleres de liderazgo, comunicación o gestión del tiempo, que te ayudarán a potenciar estas competencias en entornos controlados.
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Para fortalecer tus competencias de empleabilidad en el mundo laboral actual, debes mantener un equilibrio entre las soft skills y hard skills. Si bien los conocimientos técnicos te capacitan para tareas específicas, las habilidades blandas te permiten desenvolverte en un entorno complejo, donde la interacción humana y la toma de decisiones son clave.
Para lograr este equilibrio, el MBM de EGADE es un programa intensivo de un año diseñado para quienes tienen poca o ninguna experiencia laboral, y se enfoca en brindar tanto conocimientos teóricos como habilidades prácticas para adquirir competencias clave que te permitan sobresalir en el mercado laboral.
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