La administración de la empresa familiar requiere decisiones claras y una gestión enfocada en la continuidad. Según Deloitte, estas empresas representan cerca del 66% del total a nivel mundial y cumplen un papel clave en muchas economías. Para garantizar su permanencia, es importante establecer estructuras sólidas y profesionalizar los procesos.
En este artículo, aprenderás estrategias concretas para fortalecer la gestión, mejorar el gobierno corporativo, definir un plan de sucesión y asegurar que el negocio crezca con orden y visión a largo plazo.
Gestionar una empresa familiar con éxito exige organización, reglas claras y decisiones tomadas con criterio profesional. Aunque cada familia y negocio es distinto, existen prácticas que funcionan como base para lograr una estructura sólida, reducir conflictos y asegurar resultados sostenibles en el tiempo. Estas son algunas de ellas:
La comunicación clara evita malentendidos que afectan la operación del negocio. Por eso, establecer espacios formales para dialogar sobre temas empresariales ayuda a separar los asuntos familiares de los profesionales. Además, escuchar con atención y mantener la coherencia en los mensajes crea un ambiente de trabajo saludable.
Uno de los principales riesgos en las empresas familiares es la falta de límites. Asignar funciones específicas y establecer quién toma decisiones en cada área, evita conflictos y mejora la eficiencia. Así, un organigrama bien diseñado permite que cada persona conozca su lugar en la estructura y trabaje con autonomía y responsabilidad.
Llevar adelante una empresa familiar requiere aplicar criterios técnicos, no personales. La profesionalización implica definir procesos, establecer indicadores de desempeño y tomar decisiones con base en resultados, para asegurar una gestión basada en méritos y no en vínculos familiares.
Tener una dirección clara permite que todos los involucrados trabajen hacia un mismo objetivo. La planificación estratégica ayuda a ordenar prioridades, enfocar los esfuerzos y definir una misión, una visión y metas a largo plazo que den solidez al negocio y alineen a todos los actores en el mismo camino.
Adaptarse a los cambios favorece la continuidad del negocio. Promover una cultura que valore la innovación permite modernizar procesos, incorporar nuevas tecnologías y mejorar resultados. También, adoptar nuevas tecnologías y escuchar ideas de las nuevas generaciones permite mejorar resultados.
Contar con un consejo de administración que incluya miembros independientes aporta una visión objetiva en la toma de decisiones. Por eso, es importante que estos consejeros tengan experiencia, criterio y conocimiento del sector. Su participación profesionaliza el análisis y evita que los conflictos personales interfieran en la gestión.
Es importante que los miembros jóvenes se capaciten formalmente, obtengan experiencia en otras empresas y demuestren compromiso con el negocio familiar. Incorporarlos de forma progresiva ayuda a que ganen credibilidad ante empleados y socios. Esto garantiza que la empresa esté en manos competentes en el futuro para el resguardo del patrimonio.
La sucesión debe tratarse con anticipación, identificando posibles líderes y definiendo cómo será el traspaso de responsabilidades. Un plan bien estructurado, comunicado con claridad y acompañado por el líder actual, garantiza una transición ordenada y sostenida.
El cambio de liderazgo en una empresa familiar puede generar tensiones si no se gestiona con tiempo y criterio. Una sucesión bien planificada permite asegurar la continuidad del negocio y evitar conflictos internos. Estos son los aspectos a considerar para lograr un relevo exitoso:
Hablar del futuro desde una etapa estable del negocio facilita acuerdos y evita decisiones tomadas bajo presión. Iniciar este proceso con años de anticipación da margen para preparar a la persona que asumirá el liderazgo, validar su perfil y establecer un plan de acción claro.
Ejemplos prácticos:
El sucesor debe tener las competencias necesarias para liderar. Esto implica evaluar sus capacidades, acompañarlo con experiencia práctica dentro y fuera del negocio, y asegurar su preparación académica. Una maestría, como un MBM, brinda herramientas para escalar la administración de una empresa familiar y enfrentar responsabilidades estratégicas.
Ejemplos prácticos:
Definir los tiempos, funciones y etapas del traspaso evita confusiones, es importante que el sucesor conozca cuáles serán sus responsabilidades y cuándo asumirá cada una. También se debe dejar claro qué rol cumplirá el líder saliente, tanto en lo operativo como en lo institucional.
Ejemplos prácticos:
Informar al equipo y a la familia sobre el plan de relevo reduce la incertidumbre, Por eso, se deben compartir los pasos a seguir para generar confianza y estabilidad al entorno. Esta transparencia es fundamental para que todos estén preparados y acompañen el proceso con una actitud constructiva.
Ejemplos prácticos:
No basta con nombrar al nuevo líder; el equipo y la familia lo deben reconocer como tal. Esta aceptación se construye con hechos: compromiso, preparación, escucha activa y resultados concretos. Cuanto mayor sea la legitimidad del sucesor, más fluida será la transición.
Ejemplos prácticos:
La participación del líder actual como mentor permite una transición más sólida, ya que su experiencia y conocimiento del negocio son valiosos, siempre que no interfiera en la toma de decisiones. Apoyar sin controlar ayuda al nuevo líder a ganar autonomía y fortalece la confianza en el cambio, asegurando la continuidad del patrimonio familiar.
Ejemplos prácticos:
Las empresas familiares cuentan con características únicas que, bien gestionadas, pueden convertirse en ventajas competitivas frente a otros tipos de organizaciones. Estas cualidades explican en gran parte su capacidad de permanencia a largo plazo.
En el contexto de la administración de la empresa, comprender y potenciar estas ventajas es fundamental para asegurar el crecimiento de la empresa:
Las empresas familiares tienen un impacto profundo en el desarrollo económico del país. En México, representan aproximadamente el 90% de las unidades económicas y generan cerca del 75% del empleo, según datos del Instituto de la Empresa Familiar de México (IFEM).
Estos son tres casos representativos de empresas familiares mexicanas que han logrado consolidarse y crecer a lo largo de generaciones:
Fundado en 1945 por la familia Servitje, es hoy una de las panificadoras más grande del mundo. Opera en más de 30 países y su portafolio incluye más de 100 marcas reconocidas. Su enfoque en la planificación estratégica y la continuidad familiar ha sido clave en su expansión global.
Con origen en 1906, comenzó como una fábrica de muebles bajo la dirección de Benjamín Salinas. Actualmente, liderado por Ricardo Salinas Pliego, participa en sectores como telecomunicaciones, medios y servicios financieros. Es un ejemplo de sucesión bien ejecutada y visión diversificada.
Nacido en 1920 en Veracruz, se ha transformado en una de las cadenas de supermercados más relevantes de México y Estados Unidos. La familia Chedraui ha logrado combinar un sólido gobierno corporativo con una estrategia de expansión internacional sin perder sus raíces sólidas.
La administración de la empresa familiar exige preparación profesional, visión estratégica y compromiso con el legado familiar. Con el Máster en Business Management de EGADE, podrás formarte como líder de negocios globales con las herramientas necesarias para tomar decisiones estratégicas y garantizar la continuidad generacional de la empresa.
El Máster en Business Management de EGADE de EGADE es un programa intensivo, diseñado para jóvenes profesionales que buscan liderar en entornos empresariales competitivos. EGADE, como miembro de la Global Network for Advanced Management (GNAM), ofrece una experiencia académica con alcance internacional y alto nivel de exigencia.
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